Buenos días de lunes,
Esta vez os traigo una nueva entrada de nuestra adolescente:
Se trata de una pequeña reflexión a cerca de la amistad, un tema tan tan importancia sobre todo en la infancia y en la adolescencia que puede darnos muchas alegrías o ser la peor de nuestras pesadillas.
Esperemos que os guste.
Últimamente he estado pensando mucho sobre las amistades. Como pueden cambiar de un día para otro y como tu mente transforma la idea de esa persona. Quiero decir, al principio esa persona es fabulosa, no tienes ninguna queja, incluso se preocupa por ti, que lujo ¿no?
Bueno, a veces en las amistades también se es ciego, muchas veces idealizamos tanto a la persona que no vemos lo que realmente está pasando.
A mi me ha pasado mucho, personas que he creído que me hacían bien y que luego no era así, que realmente me usaban para cuando se sentían mal y luego si te veo no me acuerdo. Claramente eso duele, porque le has dado tu confianza y cariño a alguien que prácticamente la ha tirado a la basura pero luego te das cuenta de que estas mejor así, con esas personas lejos de ti, reconstruyéndote poco a poco y volviendo otra vez, encontrando a tu gente y te das cuenta de que de todo se aprende y que todo pasa y lo único que tienes que hacer es dar tiempo a las cosas.