Dado el panorama actual, de miedo e incertidumbre, en el que se nos ha obligado a parar no veo mejor momento posible para retomar el tema de los autocuidados personales.
Los autocuidados son el conjunto de acciones que realiza una persona para mejorar su salud de forma consciente. Esto incluye tanto necesidades físicas, emocionales, mentales y espiritualuales, siempre desde un enfoque de desarrollo personal.
¡Ojo! Un autocuidado no es lo mismo que «darse un capricho», es el arte de cuidarse porque TE LO MERECES. Como te compartí en un vídeo en las redes sociales, no se considera autocuidado tomarse una cerveza o una copa de vino, al fin y al cabo, no deja de ser alcohol o comer una comida con altos niveles de grasa.
Los autocuidados que yo trabajo son los siguientes:
Autocuidados físicos
Son los destinados al cuidado del cuerpo físico a través del ejercicio, la alimentación saludable, evitando tóxicos y con un estilo de vida sano.
No se trata de hacer ejercicio o comer sano para «tener buen cuerpo» o «estar delgado o delgada» sino porque sientes que tu cuerpo se lo merece.
Autocuidados mentales
Son los cuidados encaminados hacia el mantenimiento de una mente SANA. Junto con los espirituales, suelen ser los grandes olvidados y es que parece que en la sociedad en la que vivimos parece que no tiene tiempo para que nuestra mente pare: adicción a las redes sociales y sobre exposición, estrés laboral y estudiantil, sobrecarga de responsabilidades, etc.
Es sencillo, ¿podrías estar dos horas sin mirar tu móvil o celular?
Si tu respuesta es no, reflexiona sobre cuánto es necesario que tu mente pueda desconectar de ello.
Autocuidados emocionales
Son los que cuyo objetivo es la gestión saludable de las emociones y sentimientos.
Si no te lo he dicho ya…¡es que no nos conocemos! La gestión saludable de nuestras emociones y sentimientos es súper importante para absolutamente todo.
Las emociones traen consigo acciones, y estás son evocadas en muchas ocasiones (la gran mayoría) por nuestros pensamientos. Si sabemos gestionarlas, realizaremos acciones más positivas y además, tendremos más salud (recuerda, la mala gestión emocional trae consigo muchísimos tipos de enfermedad).
Autocuidados espirituales
Por último y no por ello menos importante, los cuidados espirituales que son un tipo de cuidados destinados hacia el autoconocmiento del SER y todos sus aspectos.
Dedicarte tiempo a conocerte, a tomar consciencia de algo tan sencillo como respirar o emprender un proceso de coaching son unos maravillosos autocuidados.
Después de leer este artículo, me imagino que ya habrás entendido porque los autocuidados están tan relacionados con la autoestima:
Cuando te sientes bien contigo mismo, contigo misma, cuando te respetas y te amas ¿cómo no vas a estar elevando tu autoestima?
El autocuidado es una declaración de amor propio, una declaración de intenciones en la que tienes claro que vas a dedicarte el tiempo necesario que mereces.
Ahora que tenemos que estar en casa, como te he dicho al principio del post, podemos aprovechar para trabajar en ello y de hecho, para poder ayudarte te ofrezco un reto…
¿Te atreverías con un ejercicio sobre tus autocuidados?
Empiezo por «te atreverías» porque quiero que lo hagas, de hecho yo estaré pendiente tuya y te ofreceré apoyo para que sigas trabajando en ti.
Déjame tu correo electrónico o escríbeme y te lo envío sin compromiso.
Me despido dejándote la siguiente frase:
Tres palabras que pueden cambiar tu vida para siempre : EMPIEZO POR MÍ