El EGO es nuestro instinto de protección emocional, nace en la infancia, con la simple función de ser un escudo protector que nos salve del abismo emocional que supone verse desvalido durante todos esos años.
Si recuerdas, nuestra consciencia que comienza a despertar a partir de los 7 años, lo que lleva a nuestro EGO a gobernar nuestra mente durante toda esa época. El problema, es que ya le ha cogido cierto «gusto» a eso de gobernar y finalmente se acaba convirtiendo en todo un tirano.
Llevamos tanto tiempo nadando en sus redes, y está tan presente en todo lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos, que se ha vuelto invisible. Un ego así hace que no te conozcas en absoluto. Sólo conoces a tu ego y te piensas que eso es todo lo que hay, que eso eres tú.
La clave aquí está en entender que la realidad es neutra, no es ni buena ni mala. Lo que inclina esa balanza es la manipulación que hace tu ego de esa realidad, la interpretación subjetiva y distorsionada que te da.
Antes de continuar quiero decirte que el EGO no es malo, él te a protegido como «buena – mente ha podido» y la solución no es eliminarlo sino ponerlo a nuestro servicio.
Dime, ¿no molaría que tus pensamientos inconscientes fuesen potenciadores? Pues me alegra decirte que eso es posible pero de eso ya hablaremos más adelante.
Continuando con el EGO, una de sus características es que es el maestro del disfraz: tu ego no es más que una máscara, y que tienes en realidad muchas máscaras que se van intercambiando según la situación.
En los próximos días o incluso semanas iremos conociendo las máscaras más comunes que utiliza y lo que está detrás de ellas.
Si no me sigues en instagram…¡ya estás tardando! Ya que será allí donde te hablaré de cada una de ellas.
Cualquier duda, recuerda que quedo a tu disposición.
¡Comenzamos!